A todos nos gustaría un planeta más limpio, sin hambre, sin guerras, sin enfermedades, sin hipocresía ni falsedad.
¿Qué podemos hacer?
Os propongo que todos juntos, cada semana, hagamos una meditación envidando luz/energía a la tierra.
¿Cómo? ¡Muy sencillo!
Cerramos los ojos, nos concentramos en la respiración hasta que sea lenta y profunda, apartamos los pensamientos y visualizamos la tierra, como si estuviéramos en el espacio, e imaginamos cómo un potente rayo de sol la rodea, hasta llegar a todos los rincones.
Mantenemos la concentración unos instantes e imaginamos un planeta con las personas tranquilas, alegres y felices, como nos gustaría que fuera.
Disfrutamos de este momento y abrimos los ojos.
Esto lo podemos realizar individuamente cada día conjuntamente todos el mismo día a la misma hora que tendría mucha más fuerza.
Propongo el domingo a las 9 horas u después poder disfrutar del resto de la jornada.